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Batalla de Azincourt, miniatura del siglo XV

Batalla de Azincourt, miniatura del siglo XV

Campo de Azincourt, 25 de Octubre de 1415, en un mundo que Shakespeare describió como si fuese el real, pero solo se le parece bastante. Alrededor de 8000 ingleses desharrapados, desmoralizados y hechos pedazos por la disentería han salvado en tiempo récord los 150 kilómetros que separan este lugar de Harfleur, plaza rendida tras un sitio agotador que ha durado semanas. Al otro lado del Somme les esperan las fuerzas francesas, descansadas y prestas al combate, que al menos duplican en número al contingente inglés (dependiendo de la fuente, hasta lo sextuplican). El choque es inevitable, y el desánimo cunde en las filas que comanda Enrique V ; un monarca que lo ha arriesgado todo para hacer valer sus aspiraciones al trono de Francia. En la obra que lleva su nombre, y que el de Stratford compuso en unos meses inspirados de 1599, un rey confuso y desorientado se mezcla de incógnito con sus tropas la víspera de la batalla y sufre amargamente contemplando la desolación de sus hombres. Sin embargo, tras un arduo combate consigo mismo, encuentra la fuerza interior que le permitirá afrontar el momento supremo con el valor y la entrega necesarias para acometer a un enemigo superior. Será esa fuerza la que logrará transmitir a sus hombres en un discurso inmortal, que merece la pena recorrer entre la calma y la excitación. El discurso de San Crispín. La arenga no comienza como una alocución, sino como una respuesta. Los subordinados de Enrique, sus parientes, sus amigos, su gente, se muestran taciturnos y atemorizados ante la perspectiva del matadero y la muerte segura. Entre dientes cuchichean sobre la desproporción de fuerzas y la diferencia de estados y ánimos de unos y otros, hasta que Westmoreland, que no estuvo en realidad allí, pero qué más da, no puede evitar levantar la voz y lamentar con amargura la ausencia de todos los que se quedaron en Inglaterra. Es esa mezcla de abatimiento y desesperanza la que hace saltar al rey, o quizá es el momento que estaba esperando para prender la llama :
« What’s he that wishes so ?
My cousin Westmoreland ? No, my fair cousin.
If we are marked to die, we are enough
To do our country loss; and if to live,
The fewer men, the greater share of honor.
God’s will, I pray thee wish not one man more. »

Noticia completa (Jot Down).

Ilustración : Wikipedia.