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Miniatura del Roman d’Alexandre

Miniatura del Roman d’Alexandre (S. XIV)

¿ Es la Edad Media una época tan oscura como la pintan ? Pues depende de lo que entendamos por oscura. Si por oscura entendemos tristeza y atonía social, en absoluto. Os recomiendo dos libros clásicos y fáciles de conseguir, uno de Mijail Bajtin titulado La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento y otro de Johan Huizinga titulado El otoño de la Edad Media, para acabar de una vez por todas con ese tópico de la Edad Media como un túnel oscuro al final del cual aparece el luminoso Renacimiento. […] Pero volvamos a la Edad Media. En otro artículo hablaremos de esa curiosa pareja artística llamada Góngora & Quevedo. Ahora volvamos a la supuesta oscuridad de la Edad Media. Aceptémosla por un momento, aceptemos una cierta oscuridad ; oscuridad por las lamentables condiciones de vida de los campesinos, oscuridad por las enfermedades contagiosas, que se extendían en forma de plagas… ¿ Es posible que esta supuesta oscuridad, signifique lo que signifique oscuridad, durara diez siglos, es decir, mil años ? ¡ Mil años, que se dice pronto ! Llevamos cuatro de crisis económica en Europa y parece un siglo, así que imaginémonos mil años de oscuridad. Un poco agobiante. Y un poco improbable también. Pero, claro, el discurso pedagógico ha incidido tanto en la luminosidad del Renacimiento, que se necesitaba un apagón total en la Edad Media, para que Petrarca y los suyos brillaran bien. […] Por eso recomendaba antes los libros de Bajtin y de Huizinga, porque dibujan una Edad Media sorprendente para el lector que no esté muy habituado a lidiar con estos asuntos, y tenga grabado a fuego desde sus tiempos escolares el mencionado cliché de la oscuridad medieval. Ojo, una cosa es cierta : muchos avances técnicos, muchas reflexiones intelectuales, muchos poemas, muchas novelas, muchos tratados teóricos sobre las más variadas materias, escritos por autores griegos (en griego) y posteriormente por los latinos (en latín), mucho progreso en una palabra, se han perdido en el descontrol que supuso la disgregación del Imperio romano. Y cuando digo que se han perdido es que se han perdido. Los textos no se distribuían todavía impresos, y no se podían digitalizar tampoco, eran manuscritos, y había pocas copias. Era muy fácil que el paso del tiempo los pulverizara literalmente, o que se consumieran en un incendio o que simplemente se amontonaran en el polvoriento rincón de una catedral, porque nadie entendía ya la lengua en la que estaban escritos o porque decían cosas inconvenientes o incómodas para la moral cristiana. No olvidemos que muchos de ellos, casi todos, se habían escrito antes de que naciera Cristo. Así que desde el punto de vista del Renacimiento (punto de vista del que nosotros somos hijos directos), la Edad Media es un tiempo ciego porque no se ve la producción intelectual de la civilización inmediatamente anterior. En ese sentido hay una cierta oscuridad, una cierta ignorancia y hasta un cierto desprecio por eso que luego será considerado durante tantos siglos, hasta el día de hoy, La Cultura, La Gran Cultura.

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Ilustración : Bodleian Library (fol. 50r).